Riesgo es la probabilidad de que un evento adverso cause daños, resultado de la interacción entre la amenaza, la vulnerabilidad y la exposición. La vulnerabilidad representa las condiciones sociales, económicas, físicas y ambientales que aumentan la susceptibilidad frente a esas amenazas.

En el LIHP, estos temas son fundamentales para definir espacios de intervención, así como estrategias de acción. En este sentido, se proponen los cortarriesgos como estrategias integrales para confrontar los riesgos en barrios populares en pendiente. Más que simples barreras físicas, los cortarriesgos son espacios multifuncionales diseñados para mitigar amenazas como deslizamientos o inundaciones, mientras promueven la participación comunitaria, la cohesión social y la mejora del hábitat. Así, combinan la gestión del riesgo con la creación de áreas de encuentro, recreación y educación ambiental, fortaleciendo el sentido de pertenencia y la acción colectiva en territorios vulnerables.