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ABRIR UN LUGAR DE TRABAJO PARA HÁBITAT POPULAR EMANCIPADOR
CICLO DE EXPOSICIONES ITINERANTES
SEÚL 2019
En el año 2018, en el marco de los “Diálogos Transoceánicos”, el Laboratorio Internacional por el Hábitat Popular (LIHP) y el Museo Nacional de Arquitectura de Venezuela (MUSARQ) organizaron dos exposiciones itinerantes e interactivas sobre la obra de dos grandes arquitectos del siglo XX: el venezolano Fruto Vivas y el francés Jean Renaudie.
El profundo compromiso al servicio del pueblo que comparten estos arquitectos se evidencia en sus investigaciones y en sus obras en el ámbito del hábitat popular. Cada uno expone una visión de sus sociedades respectivas a través de las soluciones urbanas que profundizaron y singularizaron conjuntamente con los habitantes, gracias al desarrollo de los saberes populares.
La presentación y debates en torno a estas exposiciones, constituyen un ejemplo práctico de las decisiones conceptuales y políticas que expresan las preocupaciones fundamentales de los participantes de los “Diálogos Transoceánicos”. Las exposiciones permiten orientar y apoyar las investigaciones de los miembros de esta iniciativa, cuyas reflexiones buscan generar un análisis crítico y colectivo de los proyectos pilotos nacionales, así como nuevos cuestionamientos y la validación de hipótesis progresistas contextualizadas. Así mismo, estas exposiciones coinciden con las interrogantes de todos aquellos que, actualmente, en América Latina el Caribe y Europa, intentan resistir al movimiento de uniformización, marginalización y estigmatización de la “vivienda social” y más ampliamente, con todos aquellos que consideran prioritario remediar (la marginalización, exclusión) la miseria moral, la pérdida de sentido, los estragos ecológicos y humanos, en sociedades donde la producción y el consumo de bienes materiales y culturales estandarizados son los objetivos principales.
Esto es visible en la obra de Fruto Vivas quien privilegió la calidad (superando la alternativa de cantidad/calidad en un contexto que exige “cantidad”), apostó por un enfoque responsable y en armonía con el medio ambiente, por el carácter emancipador de la acción, por las capacidades del arquitecto para participar en la transformación de la realidad y por ende sobre sus responsabilidades políticas. Igualmente en la obra de Jean Renaudie quien buscó hacer posibles nuevos modos de vida doméstica, nuevos estilos de actividades y nuevos valores sociales a través de nuevas formas urbanas que no disocien el hábitat y el trabajo. Ambos arquitectos generan conciencia al plantear que los problemas de la ciudad no se reducen a la vivienda. Los problemas urbanos no son un problema entre tantos otros, pues manifiestan una evolución de la civilización que impone actuar para inventar nuevas transformaciones de esas realidades. Esto es lo que Fruto Vivas y Jean Renaudie realizaron, en contextos geográficos y culturales muy diferentes, motivados por las mismas ambiciones y con la misma tenacidad en sus investigaciones.
Si bien los testimonios contenidos en sus obras y presentados en las exposiciones no pretenden ser modelos de referencia (se los prohíbe su voluntad de contextualización), son por el contrario, una fuente de reflexión para la construcción de un hábitat popular emancipador.