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LAS VOCES DEL RIO

AGUIRRE CONSTANZA

Esta nueva serie de obras, fabulosa, opera-seria de cierto modo, no es estática, al pretender inspirarse del movimiento del río que acarrea con él todo un desorden extravagante.

Con este proyecto no se intenta arrojar una mirada hacia atrás, como una retrospectiva del pasado, se trata de reflejar la visión de un artista – viajero de su obra, que se sorprende al restituir en su creación lo que aun no ha visto, bien visto, o lo suficientemente visto – la recurrencia de temas puede consternar, la imagen musical de opera para concluir que no se trata de una tarea fácil. Una fuga de pronto, pero sin evasión…

Los ríos son la huella reminiscente de una lengua historia donde se mezclan : el recuerdo del tiempo inmemorial y la rememoración de una historia a la vez natural, social y cultural.

Los ríos son en principio el friso que da a leer los fragmentos de la historia de las derrotas infligidas a la naturaleza herida por una violencia que ella misma se impone. Crónica de una autodestrucción: árboles extirpados, cadáveres de animales…

extraña arca de Noe. Naturaleza muerta.

Pero los ríos nos hablan también de nosotros mismos y nos evocan los episodios no-históricos, paginas funestas que revelan al hombre encarnizándose en su destrucción sacrificando la naturaleza a los imperativos económicos. Cadáveres de objetos, esta vez derivando a lo largo del agua. Abrazo, monstruoso y pantomímico con los vivientes difuntos. Boda cruel de ahogados entre los cuales a veces se encuentra un hombre o una mujer que han escogido despojarse de su vida porque ella dejo de importarles. Danza macabra que no sabe ni siquiera sobre que pie bailar…

Ofelia derivando a lo largo del agua, es mucho más que la historia pictórica de un mito consagrado a lo inmemorial. Es la historia de toda una sociedad donde la crueldad es ocultada en beneficio de una idealización que es simplemente la mascara horrible de la denegación que los hombres deberán exhortar tomando el control y la iniciativa de su propia historia para apoderarse realmente de ella. El arte no actuara solamente en este caso como una buena obra es decir una obra moral, consoladora y de compensación (expiación) si no será una obra eficaz que fertilizara las orillas optimistas de este gran río historia.

Alain Genini

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